LA PAZ, Bolivia- Los bolivianos realizaban largas filas en las calles de La Paz el domingo para asegurarse algunos alimentos indispensables y combustible, mientras partidarios del derrocado presidente Evo Morales continuaban paralizando la red de carreteras del país, aislando a los centros urbanos de las granjas de los llanos.
Las nuevas autoridades, que asumieron luego de que las Fuerzas Armadas “sugierieran” la renuncia a Morales, dijeron que un avión militar Hércules aterrizó con un cargamento de carne, destinado a abastecer a los habitantes de la capital, desde la zona de El Alto, para evitar las carreteras bloqueadas que rodean a la ciudad.
El Gobierno de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Añez, a través de su ministro, Jerjes Justiniano, dijo a periodistas que esperaban establecer un “puente aéreo” similar con otras grandes ciudades bolivianas, aisladas de los suministros.
La nación andina estalló en crisis luego de las elecciones del 20 de octubre. El entonces presidente Morales, quien ganó las elecciones, renunció hace una semana, después de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) considerara que había evidencia de fraude electoral. En medio de una aguda crisis social y política, Morales se exilió en México.
Los líderes comunitarios de El Alto, que apoyan a Evo Morales, convocaron a una huelga general, aumentando el espectro de la escasez de suministros en la capital.
Muchos en las regiones más pobres de La Paz optaron por cocinar con leña, ante las largas filas para conseguir gas licuado, cilindros de gas y comida. “Espero que las cosas se calmen”, dijo Josue Pillco, un albañil del barrio obrero de Wilacota, en La Paz. “No conseguimos comida ni gasolina”.
Las protestas alrededor de Cochabamba, región productora de coca y bastión de los partidarios de Morales, dejaron al menos nueve muertos durante el fin de semana, y han provocado denuncias de abusos a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad. El defensor del pueblo local en la región de Cochabama dijo que la policía había usado munición real contra los manifestantes. El enviado de la ONU, Jean Arnault, anunció que mantendría reuniones con políticos y grupos sociales esta semana para poner fin a la violencia e impulsar “elecciones libres y transparentes”.
Campaña en la frontera
La crítica situación y la violencia moviliaron a organizaciones de este lado de la frontera. Este fin de semana, organizaciones sociales jujeñas iniciaron de una campaña solidaria de recolección de elementos de primeros auxilios para ayudar a los pobladores de Bolivia heridos por la represión. Una de las entidades que va a canalizar esa asistencia es la Asamblea Popular de la Puna, de La Quiaca, que participa de la iniciativa junto a otras ocho organizaciones de San Salvador de Jujuy y Tilcara.
“Nos hemos sumado a esta red de solidaridad para poder articular la ayuda para nuestros hermanos en Potosí, Cochabamba, El Alto y La Paz”, dijo Héctor Lino Castro, de la Asamblea Popular de la Puna.
Las donaciones que se reciben son diclofenac 100, cefalexinas, metroclopramidas, ranitidinas, paracetamol y carbón activado. También solicitaron ampollas: dexametasonas, diclofenac 75, ranitidinas, dipironas, hioscinas y metoclopramidas, algodón, gasas, tela adhesiva, gasas furasinadas, pervinox, agua oxigenada, guantes descartables, vendas, tijeras, jabón neutro, agua oxigenada, alcohol, apósitos, jeringas descartables y agujas intramusculares.
“La campaña refleja la hermanad histórica entre Argentina y Bolivia”, afirmó Lino Castro. (Télam)